Sentirse aparte, sentirse ausente.

Niña

Giraré hasta trazar el horizonte entre mis ojos. Daré vueltas y más vueltas, hasta marearme, y caer rendida. Si para entonces tus manos no acarician las mías consagradas con tu corazón, no esperes mi calma, ni mi paciencia, ya el tiempo se olvidó de esperar. Arrópame en tu manto de estrellas, que hoy no me dejas jugar.

Sleep, don't weep, my sweet love. Your face is all wet and your day was rough. So do what you must do to find yourself. Wear another shoe, or paint my shelf. Those times that I was broke, and you stood strong. I think I found a place where I... Sleep, don't weep, my sweet love

Y todo lo que diga o haga, todo lo que tenga o pierda, todo es un punto y aparte. El tiempo avanza sin retroceder, siempre a un mismo compas. Pero es curioso, como dependiendo de la cantidad de emociones por hora que tienes, el tiempo parece correr o ir despacio. Por favor, que pare un segundo, y me deje asimilar todo esto.

Saber sentir es difícil. Saber canalizar cuando la magia te abruma el corazón. Saber entenderse uno mismo, escuchar y comprender nuestros sentimientos. Pero mucho más difícil es saber querer. Y muchas veces pienso que se trata de tantas cosas... que me da miedo no cumplir con alguna de ellas. Saber respetar, compartir, escuchar, dar amor, dejar espacio, demostrar, confiar... y quien sabe cuantas cosas más. Se necesitan saber tantas cosas, que aveces me pregunto si sabré querer. Y la respuesta la hallo al pensar, que igual querer se trate de preocuparse por cumplir todo lo que la otra persona necesite. Quizás, escribir lo que he escrito, sea señal de que le quiero.

El silencio marca la confianza entre dos almas. Puede significar ausencia de palabras, incomodidad, distorsión. Pero cuando hay confianza, cuando dos almas ya han cruzado la meta, el silencio se vuelve abstracto. Ya no es incomodo, ni tiene nada que ver con la ausencia de palabras, entonces, es cuando el silencio habla, cuando puede cada uno dejar volar sus pensamientos sin necesidad de hablar.

Retroceder para avanzar, esforzarse para ganar, tener que perder para poder obtener... todo siempre se basa en lo mismo. Por eso a sabiendas de que me espera tener que retroceder, esforzarme y poder perder, prefiero no pensar. Dejarme llevar por el sentimiento y el tiempo. Dejar que las agujas del reloj y el compás de tu mirada marquen el destino a seguir.

Envidio al viento que hará volar mis cabellos el día que suceda. Envido al destino por poder ver durante más tiempo lo que pasará. Envidio mis ojos que podrán verlo tan nítidamente. Yo solo podré saborearlo como un eclipse. Cuando algo me impacta tanto, cuando algo lo he deseado tanto, me siento insatisfecha. Necesito que mi cuerpo reaccione de una forma exagerada para demostrarme a mi misma que he asimilado lo que ha sucedido. Pero nunca me basta. Paso los días pensando en que esa pequeña fracción de segundo, no la viví tanto como hubiera podido.

Es posible que pretenda lo imposible. Demasiado inconformista debo ser...

"Seamos realistas y hagamos lo imposible" Dijo Ernesto Che Guevara. Y tales palabras retumbaron al son de una milonga entre despavoridos y ceniceros. Encuentrate a ti misma me dije, y de la luz surgió la inmensidad. Puedo, ya que querer es poder. Lucha, ya que crear es luchar. Y pudiendo luchar, queriendo crear, por que no hacerlo. O dándole la vuelta. Por que dejar que no nos dejen luchar. Nadie deja caer la jarra de agua, siempre intentan alcanzarla. ¿Por qué dejan caer la plenitud y la felicidad, es más, la dignidad, la perseverancia, la gratitud, la paz? Busqué, y no encontré la respuesta. Y me dije a mi misma: "lucha"