jueves, 13 de agosto de 2009

Sinceramente, pensando solo llego a una conclusión. Te necesito. Y me repatea el echo de hacerlo, ya que no creo que te merezcas que piense en ti ni un segundo. Eres totalmente necio, ignorante, y injusto, pero eres el rey de mis pensamientos. Por mucho que me engañe, lo único que trato es de que vuelvas a mi y pueda volver a reírme tardes juntos, cuando me miras con cara de desconcierto y me entra la risa. Solo intento poder volver a invitarte y comer juntos en casa, mientras te peleas con mi gato. Todos esos pequeños detalles, que la verdad, no sé olvidar.













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