Te lo doy todo. Lo hago todo por ti. Te entrego mi tiempo. Mis sentimientos. Mis sueños. Mis deseos. Todo lo que pueda tener, lo que he tenido, y lo que tendré. En este segundo, te lo doy.
Tu y yo en una reciprocidad agresiva y silenciosa. Llena de culpas y perdones. Chillando que nos queremos. Sin querer dejarnos, sin querer dejar de latir.