domingo, 28 de octubre de 2012

505

Un dia empiezas a escribir. Al principio solo son frases. Luego escribes cuando estás muy mal y quieres consolarte a ti misma. Estos textos suelen acabar en alguna carpeta perdida de tu ordenador con títulos insípidos. De vez en cuando los encuentras y sonríes y piensas: que tonta. Van pasando los años y decides dar cuerpo a ese séquito de palabras y sentimientos enlazados.
Han pasado 4 años y 505 entradas me pisan los pies. Creo que es el primer proyecto que he conseguido dar continuidad aunque tuviera épocas de subidas y bajadas. Aquí es donde realmente soy yo. Defectos, virtudes, miedos, pasiones, cambios, decisiones, metas. Todo.

Hoy me siento feliz por haber empezado con esto.

sábado, 20 de octubre de 2012

Puerta

Te echo fuera de mi vida. Puerta. Adios. Fin. Perdida. Cansancio. Decisiones. Y duras.  Abandono. Hablamos. Te quiero. Silencio. Tiempo. Lluvia. No me miras a los ojos. Hablo. Hablo. Miento. Hablo. Más. Vuelvo a hablar. Háblame. Decepción. Hablo. Decepción. Te quiero. Callo. Lo pienso. No hablo. Solo pronuncio palabras sin sentido. No hablamos. No hemos hablado. Tus ojos no me han hablado. Yo tampoco. Fin. Perdida. Adios. Puerta... Te quiero.

sábado, 6 de octubre de 2012

Amor sin tiempo

Todo lo que mis ojos no cuentan, lo que mis labios no besan, lo que mis manos no acarician. Todo lo que se queda entre la esquina de la cama y la puerta. Todo lo que se pierde entre el "adiós" y el "hablamos". Los 30cm que nos separan cuando dormimos juntos. Todo lo que pensamos con el volumen bajo al acercarnos. Todo lo que volcamos en los abrazos. Todo lo que callamos. Todo lo que guardamos como un pequeño y frágil tesoro, que quien sabe que valor tiene. Solo sabemos que no lo hacemos. Que nuestros labios aprietan y las palabras queman. Que el tiempo es vida, y este amor no tiene vida porqué no encuentra el momento.

martes, 2 de octubre de 2012

A

Tu sonrisa abraza. Entra por los ojos y inunda cada escama para llenarla de vida. Es extraño. Sorprende. Caza. Aprieta y hasta ahoga. Pero siempre acaba regalando una bocanada de aire. Entonces, sin querer, mis labios imitan los tuyos y sonríen. Y eso, me llena de felicidad de pies a cabeza.