Como cada vez que intento inventar un cuento con palabras, el "te echo de menos" surge de mis dedos. Mis días persiguen tus distancias y te alcanzo en un vivaz recuerdo de la esperanza. Te echo de menos cuando empiezo a recordarte tal y como te cuento. Cuando repetimos palabras que una vez nos unieron y ahora solo dejan paso al aire vacío. Me cuentas tus historias mientras mi corazón se despedaza intentando soportar no vivirlas contigo. Son tuyas, solo tuyas, me repito. Me cuesta no expresarte lo que te hubiese expresado en una misma situación hace medio año. Tus ojos me incitan a volver a hacerlo. A perderme en ti y en tu cuerpo. Pero todo queda lejos. Muy muy lejos de mis manos. Y tan lejos de mi deseo.
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