En el reflejo de tus ojos, una calada.
Una caricia acompañando a mi almohada
y tu sonrisa enredando mi brújula dorada.
Perdiendo el norte, para no volver.
Ganando las ganas de saber porqué.
Y encontrando tus ganas...
Entre mariposas que un día me lloraron,
y ahora vuelven para verte amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario