domingo, 21 de febrero de 2010

Y todo lo que diga o haga, todo lo que tenga o pierda, todo es un punto y aparte. El tiempo avanza sin retroceder, siempre a un mismo compas. Pero es curioso, como dependiendo de la cantidad de emociones por hora que tienes, el tiempo parece correr o ir despacio. Por favor, que pare un segundo, y me deje asimilar todo esto.

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