jueves, 21 de abril de 2011

Maldito...

Entre suspiro y suspiro te cruzas en mi cabeza. Entonces viene el misero segundo en que te miro, me miras, y me dan ganas de matarte y vivirte a la vez. ¿Pero que haces? ¿Porque no te vas? Déjame en paz. Te he dicho mil veces que no te necesito, ¿Porqué no quieres marcharte? Hilos y hilos de sueños y recuerdos enredados, que te abrazan, te estrechan, y van atados a mis pies. No puedo andar sin ellos. El enredo se hace cada día mas grande y en mi cabeza, un murmullo interminable no para de chillar. Basta ya! No debiste construir a mi lado tantos castillos, tanta felicidad de aire, de esta que se marcha y te deja desnudo ante la realidad. Ahora estoy aquí, muriéndome de la rabia. Buscando caminos alternativos que no me hagan volver cada tarde, al recuerdo de tus malditos labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario